Acompañamiento en Duelos

Con Katharine Ruiz

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¿QUÉ ES UN DUELO?

Es una respuesta emocional o estado psicológico ante la experiencia de una pérdida o ruptura con quien formó parte de la vida de una persona. En este transcurso se deben readaptar la emociones, re- programar los pensamientos , adaptar los comportamientos que se desestabilizaron con la pérdida. Después de un duelo, las personas frecuentemente   reciben ayuda por parte de la familia, amigos, vecinos.

En ocasiones algunas personas no cuentan con este apoyo o necesitan a un profesional para que lo ayude y acompañe en el proceso y le facilite las herramientas necesarias para sobrellevar la pérdida.

A nivel general los efectos del duelo suelen ser prolongados y variables en el tiempo. En la infancia y adolescencia, pueden condicionar especialmente el desarrollo del individuo. Muchas de las características desarrolladas durante un duelo se ven reflejadas en síntomas, conductas y matices de imitación, identificación y acciones compulsivas. A través de los acompañamientos en duelo y de la observación de algunos pacientes se observan situaciones de duelo con características comunes . Podemos clasificar entre algunas de ellas la siguientes:

Familia con hijos

Duelo por la pérdida de un hijo

La huella y emoción es tan grande que al afrontar la pérdida influye en las relaciones con los otros hijos y también con la pareja, pudiendo desencadenar incluso en la ruptura de la misma. Estos fallecimientos marcan a los descendientes nacidos más tarde, es decir, a los herman@s pequeños. De igual manera,  se manifiesta el duelo tras un aborto. 

En algunos casos la manifestación del duelo tiene lugar cuando ya pueden expresarse sentimientos de dolor, por ejemplo,  cuando se alargó en el tiempo  el cuidado durante la enfermedad de un hijo, luchando juntos, al mismo tiempo, apoyando el 100% al enfermo y luchando contra su enfermedad. En este caso, la prolongación del dolor por la pérdida es más traumática.

Familia con hijos

Duelo por la pérdida de uno o ambos padres

Se relaciona con el vínculo e independencia y en algunas ocasiones con un estado transitorio o permanente en el cual existen emociones o sentimientos opuestos, como puede ser la lucha entre el amor y la frustración de no querer afrontar la pérdida.

El sentimiento de falta de ayuda, amor y soledad es muy grande para este hij@, aunque no es el más difícil de superar, debido a que “por ley de vida” generalmente los padres,  se marchan antes que los hijos, lo que finalmente , ayuda a superar dicho trauma.

Familia con hijos

Duelo por la pérdida de un cónyuge 

En este caso, la muerte del cónyuge interrumpe un plan de vida en común. Puede existir la posibilidad de que se presente un estrés psicosocial de no tener motivación para salir e interactuar con los demás. Este duelo, como el de los hijos, es muy difícil de asumir. En ocasiones se complica cuando el cónyuge tiene dependencia emocional del otro puesto que le costará todavía más, si cabe, asumir la pérdida y las responsabilidades en su totalidad. El tiempo es parte de la solución y un buen acompañamiento en el duelo por un profesional es recomendable para transitar el camino.

En la mayoría de los casos, cuando hay muerte repentina de la pareja se modifica la estabilidad del entorno y desemboca en una sensación de abandono para afrontar la vida de manera individual y más aún cuando hay hijos al cuidado del cónyuge.

ETAPAS DEL DUELO

Etapa 1: negación

Expresión: “no puede ser” “no lo puedo creer”

Emoción: ansiedad

La negación es un mecanismo de defensa que hace que evitemos la ansiedad y las situaciones frustrantes. Se suele negar un sentimiento o hecho  cuando percibimos un problema emocional, puede ser involuntario, al ser doloroso y difícil y es por ello que que el individuo intenta evitar determinadas emociones.En ocasiones la muerte llega de una manera inesperada, injusta, que no da tiempo de asimilar.

En esta etapa, optamos por negar lo ocurrido, esto es normal sobre todo en la muerte  accidental . El celebro actúa negando la información para protegernos del dolor. No es recomendable que este sentimiento perdure durante mucho tiempo, si sucediera hay que pedir ayuda lo antes posible.

Etapa 2: ira

Emoción: rabia / ira

Es el momento concreto en el cual aparecen la rabia y el resentimiento por la frustración que se siente al asimilar que murió ese ser querido y que la situación no puede cambiar.Es un sentimiento de dolor intenso, surge la necesidad de expresarse, aunque todavía la persona afectada no se permita escuchar a los demás. Al sentir y expresar  el dolor, se integra poco a poco en cada individuo.

Aparece la tristeza y no es fácil de aliviar, se percibe esta muerte como el resultado de una decisión y por ello se buscan culpables. En esta etapa aparecen dos ideas disruptivas ; “la de que la vida es lo deseable” y “la de que de la muerte es inevitable”. Es normal sentir en esta etapa enfado y rabia porque no hay una solución para la muerte y porque a probablemente no se pueda responsabilizar a nadie o nada por el fallecimiento. En esta etapa la persona suele proyectar su rabia con personas que no tienen nada que ver.

Etapa 3: negociación

Después de una pérdida, la negociación puede adoptar la forma de una tregua temporal y es donde se quiere  que la vida vuelva a ser como era, deseamos que nuestro ser querido nos sea devuelto restituido.

En esta fase la persona guarda la esperanza de que  algo cambie, un claro ejemplo son los pacientes a quienes se les diagnostica una enfermedad terminal e intentan por todos los medios explorar tratamientos para los que no existe cura alguna.

Etapa 4: depresión y tristeza

Se considera la etapa de más tristeza  porque la persona esta en su presente y hace consciente  de que la pérdida es una realidad. Se idealiza a la persona fallecida donde crecen los sentimientos de pena y la culpa sigue presente en esta fase.

De la misma  manera se llega a esta fase cuando los intentos de evasión de la realidad fracasan y surgen los sentimientos de angustia  al saber que ya no volverá esa persona y se asume la realidad de la pérdida y algunos síntomas típicos de estados depresivos como la falta de motivación y aislarse socialmente.

Etapa 5: aceptación

Se acepta la pérdida y la llegada de un estado de calma asociado a la comprensión de que la muerte es un fenómeno natural y aprende a vivir sin el ser querido así mismo continua con su vida y empieza a hacer planes de futuro sin la persona fallecida.

De la misma manera para llegar hasta esta etapa es necesario que haya pasado tiempo, esta aceptación se da cuando la persona puede asimilar su ansiedad su ira. El duelo por lo general suele durar  como un máximo de un año, de no ser así se sugiere buscar ayuda profesional.

¿CÓMO TRASCENDER UN DUELO?

Existen estrategias para trascender el duelo tras una pérdida. Recuerda que al igual que las experiencias en cada persona son diferentes para llevar el duelo, las estrategias funcionan de forma distinta en cada uno.

  1. Permite y acepta el dolor de la pérdida.
  2. Habla de este tema con otras personas para desahogarte y liberar tus emociones.
  3. Realiza ejercicio físico de manera habitual.
  4. Perdonate a tí mismo.
  5. Tomate un descanso y desconecta.
  6. Reconoce el dolor de la pérdida.
  7. Experimenta en forma plena tus sentimientos.
  8. Llora las veces que sea necesario.
  9. Trabaja la paciencia y deja que el tiempo vaya sanando las heridas.
  10. Planea salidas y actividades que te ayuden a desconectar de ese dolor, socializando con los demás.
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